Y llegó el dia de intentar ver al Tiburón Ballena " Rhincodon typus".
Amanecimos en Cozumel. Madrugón, ferrys a Playa del Carmen donde nos espera el vehículo que nos lleva a Puerto Juarez, junto a Cancún, y ya estamos en el barco.
Nos alejamos bastante de la costa dejando atrás Isla Mujeres...
Y sin ver nada especial en el trayecto ya estamos en la zona. Realmente difícil buscar una aleta sobresaliendo ligeramente del inmenso oceano. Hay dias, muchos, que se fracasa en el intento.
Hasta que por una comunicación por radio sabemos que otro barco ha hecho un avistamiento y allí que nos vamos.
Nos encontramos algo así como 30 barcos en fila haciendo turno para ver al Tiburón Ballena, y esperamos a que nos toque.
Y llegó el ansiado momento. Los guias nos preparan el avistamiento situando el barco en el lugar adecuado, nos dicen donde y cuando tenemos que saltar y ya estamos donde queríamos, a muy corta distancia del mayor pez del mundo.
Puede llegar a medir hasta 12 metros de largo, aunque este junto al que nadamos media entre 8 y 9 metros, también impresionante desde luego.
Te dicen que no debes tocarlo y claro que no lo hicimos, aunque para eso tuvimos que nadar hacia atrás y quitarnos de su camino.
Haciendo las fotos que podiamos con las dificultades inevitables de nuestros nervios, la corta distancia y la poca claridad del agua, un tanto movida y un poco sucia por los muchos pequeños trozos de sargazos que inundan el Caribe mexicano es esta época del año.
Todo pasó rapidamente y allí que se fué el gran pez, que aunque parecía nadar lento, lo hacia a una velocidad a la que era imposible seguirlo.
Y ya de nuevo en el barco después de pasar unos momentos inolvidables y deseados desde muchos años atrás.
Ahora toca volver a la costa.
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