Dejamos el Lago Inle y de camino de regreso a Mandalay tomamos un desvio y nos acercamos a la población de Pindaya para visitar la cueva de Shwe Oo Min.
Dejamos el vehículo en el aparcamiento y nos dirigimos a la cueva por un camino con numerosas figuras de simbologia budista.
Extraña figura de dos buitres comiendo en un cadaver.
Y la araña a la que apuntaba el principe.
En primer plano Magdalena, y sobre la araña las figuras de las siete hermanas que según la mitologia habia raptado la araña y que liberó el principe.
Vista de las escaleras por las que se sube a la cueva. Nosotros tomamos la opción mas cómoda, el ascensor.
Y ya dentro, despues de pagar la entrada, nos encontramos con un derroche de imagineria dorada, que tanto gusta en este pais.
Lo asombroso es que en las salas y galerias de la cueva se acumulan mas de 8.500 imagenes, la mayoria de ellas de Buda.
Nunca habiamos visto algo así, es asombroso.
Seguimos recorriendo la cueva.
Figuras de diferentes tamaños y por todos los rincones de la cueva.
Y muy tranquilos. Habia poco turismo y la mayoria local. Estabamos a finales de febrero y se notaba la falta de turismo extranjero, sobre todo chino que es el mayoritario.
Decir que para los birmanos se trata de un lugar de culto, como tantos otros que nosotros consideramos turisticos.
Dos curiosos budas negros.
Ya estamos volviendo a la entrada.
Nos pareció un lugar fascinante, sorprendente, y nos encantó conocerlo.
Realmente Myanmar, a nivel religioso y cultural, es algo muy diferente a todo lo que habiamos visto hasta ahora.
En la última foto ya saliendo del recinto para continuar nuestro camino.