Y vaya si conseguimos nuestro objetivo. El primer Jaguar nos sorprendió mientras navegábamos observando fauna por el Rio Claro. Estábamos alojados en la Pousada Rio Claro, y en nuestra primera excursión fluvial allí que lo vimos, parecia que nos estaba esperando.
Permitió que nos acercáramos lo suficiente y permaneció observándonos tranquilamente durante un buen rato hasta que se levantó y desapareció en la espesura.
Y aquí su pareja bajando a la orilla.
También estuvimos un buen rato con ellos antes de movernos a otro lugar.
Seguimos, esta vez rio abajo y al rato vemos a este ejemplar, muy tranquilo y posando para nosotros a buena distancia.
No parecia con muchas ganas de moverse y no le importaba nuestra presencia.
Bebiendo.
Al final se movió y paseó por la orilla hasta que se perdió en la vegetación ribereña.
Parecia que nuestra experiencia con los jaguares terminaba aquí, pero dos dias despues, estando alojados en la Pousada Piuval contratamos una excursión para ver vida nocturna y nos avisaron para que salieramos antes de lo previsto porque un Jaguar estaba descansando tranquilamente a unos cientos de metros del alojamiento, en un lugar que solía frecuentar. No creíamos que pudieramos tener tanta suerte
.
Esperamos a que anocheciera y todavia pudimos fotografiarlo, ya de noche, cuando se acercó a beber a una charca que estaba entre el y nosotros.
Esperamos a que anocheciera y todavia pudimos fotografiarlo, ya de noche, cuando se acercó a beber a una charca que estaba entre el y nosotros.
Inolvidable experiencia con uno de los felinos mas bonitos e impresionantes que hay en el planeta.
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