Dejamos Efeso y nos dirigimos hacia el interior de la península de Anatolia para, después de recorrer algo menos de 200 Kms, llegar a Karahayit, donde dormimos y ya estamos a escasos 10 minutos de nuestro siguiente objetivo, la antigua ciudad romana de Hierapolis.
A la que entramos por su puerta oeste accediendo directamente a su impresionante necrópolis.
Magdalena y Bebi.
La ciudad, fundada en el siglo II antes de Cristo, fue destruida por un terremoto y reconstruida posteriormente por los romanos para convertirse durante los siglos II y III en un importante centro vacacional gracias a las propiedades medicinales de sus aguas termales.
De ahí que mucha gente adinerada de la época se terminara instalando allí para cuidar su salud, y con el tiempo, al morir fueran construyendo esta enorme e impresionante necrópolis por la que paseamos en solitario, ya que la mayoría de los visitantes acceden a la ciudad por las entradas sur y este.
Imagen de un conjunto de tumbas.
Magdalena y Bebi siguiendo el camino.
Mas tumbas, estas con algunas inscripciones, para nosotros ilegibles.
En esta vemos junto a la puerta abierta la losa que servia para cerrarla.
Otra tumba, profanada como todas, a lo largo del tiempo.
Y la mas pintoresca de todas, rodeada por los sedimentos calcáreos de los manantiales termales cercanos, que dan lugar al espectáculo de los travertinos de Pammukale.
Dejamos atrás la necrópolis y comenzamos a ver algunos edificios importantes. En la foto la Iglesia de los baños.
Ahora la puerta de Domiciano, edificada en su honor durante los años 82 y 83.
Seguimos viendo construcciones a medida que nos adentramos en la ciudad.
Otra vista de la puerta de Domiciano, emperador de infausto recuerdo.
Y otra.
La llamada Puerta Bizantina.
Una imagen del odeón o buleuterion.
Y tres imágenes del espectacular teatro, con un aforo de 20.000 personas.
Magdalena con Julio y Bebi en la piscina de Cleopatra.
Y ya de vuelta, después de recorrer los travertinos de Pammukale, motivo de otra entrada.
Recorremos de nuevo la necrópolis disfrutando de la tarde y fotografiando algunos de los pájaros que se movían por allí.
Se nota que estamos en primavera.
Como despedida algunas fotos de los monumentos funerarios que nos rodeaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario